• Este pescado azul fue injustamente criticado en la década de 1970, pero con el tiempo se ha ido reconociendo su excepcional valor nutricional, ya sea consumido fresco o en conserva

El consumo de sardinas, ya sea frescas o en conserva, ha sido apreciado durante mucho tiempo por sus numerosos beneficios para la salud. Aunque ambas presentaciones ofrecen beneficios diversos, la versión enlatada, con su accesibilidad, larga vida útil y precio asequible, se ha vuelto la más popular.

Estos diminutos peces azules son altamente recomendados por nutricionistas y médicos debido a su valor nutricional, que incluye ácidos grasos omega-3, proteínas de alta calidad, y una amplia variedad de vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina D, B6, B12, yodo y selenio.

A pesar de la buena reputación actual, en la década de 1970, las sardinas fueron injustamente estigmatizadas debido a la demonización generalizada de las grasas, a pesar de que las grasas presentes en este tipo de pescado son insaturadas y ricas en ácidos omega-3.