Las Zonas FAO y las cuotas de pesca son conceptos clave en la gestión sostenible de los recursos pesqueros a nivel global. Las Zonas FAO proporcionan un marco geográfico para la gestión de los recursos pesqueros, mientras que las cuotas de pesca son herramientas prácticas para regular y limitar la explotación de estos recursos, asegurando su sostenibilidad a largo plazo.

Zonas FAO

Cada zona de pesca posee un número exclusivo que la identifica. Las áreas que abarca cada zona están definidas a nivel internacional por la FAO. Concretamente, toda la masa oceánica mundial está delimitada en 27 zonas de pesca, de las cuales 19 son oceánicas y 5 son continentales.

La definición de zonas de pesca ayuda a la gestión pesquera y la legislación. Además, facilita la recopilación de datos científicos estadísticos, por lo que contribuye consecuentemente a la sostenibilidad y a que las prácticas pesqueras sean más respetuosas con el medio. 

Al adquirir un producto pesquero, podemos identificar la trazabilidad del mismo a través del etiquetado, donde podemos ver en qué zona de pesca ha sido capturado.

Los buques de la flota de ACERGA faenan en las zonas VIIIb, VIIIc y IXa, tal como te mostramos en el mapa.

Cuotas de pesca

Las cuotas de pesca son límites establecidos por autoridades gubernamentales o internacionales que determinan la cantidad máxima de un tipo específico de pez que puede ser capturado en un área determinada y durante un período concreto. Al asignar cuotas, se busca el equilibrio entre la necesidad de aprovechar los recursos marinos con la preservación de los ecosistemas acuáticos. Así, sirven para gestionar y conservar las poblaciones de peces, evitando la sobrepesca y asegurando la sostenibilidad a largo plazo de los recursos marinos.

Zonas de pesca FAO en las que faenan los buques de ACERGA

Las cuotas de pesca suelen estar basadas en estudios científicos que evalúan el estado de las poblaciones de peces, considerando factores como la tasa de reproducción, la mortalidad natural y las presiones pesqueras. Pueden ser asignadas a países, regiones, o a empresas pesqueras específicas, y son revisadas y ajustadas regularmente para reflejar cambios en las poblaciones de peces y en las condiciones ambientales. Cumplir con estas cuotas es fundamental para evitar la disminución drástica de especies y garantizar que la pesca siga siendo un modo de vida y una actividad económica viable en el futuro.